Los seguros de vida por mucho tiempo han sido una gran herramienta no solo para proteger a tus seres queridos, sino también un medio para crear tranquilidad
La tranquilidad de saber que pase lo que pase, tu familia cuenta con un dinero para hacer frente a aquellos gastos imprevistos que surgen sin aviso.
Aunque, así como es uno de los medios más utilizados, también es uno de los que más se ha minimizado.
¿Y a qué se debe?
Simplemente al desconocimiento de su importancia y a los mitos que se han ido creado alrededor de ellos.
Te cuento algunos:
Mito N° 1: Es complicado ahorrar para el retiro.
Realidad: La verdad que es un instrumento muy flexible y versátil. A tal punto que el monto se adapta acorde a tu necesidad.
¿Sabías que puedes tener un seguro de vida por apenas $200? (Puse un número al hacer, si hay un monto un poco más exacto y es muy mínimo y se puede decir, sería ideal para que la persona tenga una pseudo noción y una referencia).
Mito N° 2: Si la empresa quiebra, pierdo la plata.
Realidad: Si la compañía quiebra o decidiera irse del país, tus ahorros siguen estando protegidos.
Esto se debe a que la actividad está regulada por la Superintendencia de Seguros de la Nación, encargada de regular la actividad asegurador
Por lo tanto, tu póliza, con sus condiciones, y tu misma cantidad de ahorro, pasarían simplemente a estar en otra compañía. Haciendo que sigas disponiendo de ese capital sin inconvenientes.
Mito N° 3: Si me llegase a ocurrir algún evento trágico, pierdo todo lo invertido y ahorrado.
Realidad: La póliza incluye a los beneficiarios, los cuales puedes ir cambiándolos a lo largo de la
vigencia del contrato, razón por la cual el capital es distribuido a quienes hayas elegido.
Por lo que tu capital y tu familia, estarían asegurados.